Por: Ramón González y María Victoria de Vicente [AGEAC]
Tanto mi esposa como mi persona llevamos unos años en los estudios gnósticos y os queremos hacer partícipe de nuestras reflexiones y nuestras preocupaciones.
Sabemos que todo ser humano tiene derecho y por derecho el deber de
opinar sobre sus preocupaciones de la vida e intentar ayudar con sus
reflexiones y su ejemplo a sus semejantes a ver claro y elegir un
camino correcto e instructivo. La persona inteligente es aquella que
sabe distinguir entre lo bueno y lo malo.
Pero nos preguntamos, ¿por qué ciertas personas que se unen por
afinidades psicológicas se empeñan en calumniar, difamar y criticar los
esfuerzos que hacen ciertas personas a lo largo de sus vidas para ayudar
al ser humano a corregir su forma de vivir y tener una vida más
equilibrada llena de esperanza? ¿Es acaso malo echar un salvavidas a
aquel que se está ahogando?
No será que detrás de estos grupos o de esas personas que se sienten
con el derecho y que consideran que tienen el monopolio de la verdad y
de la salvación, existe una manipulación psicología o intereses
personales. Por qué automáticamente tachamos con el nombre de secta a
grupos de personas que buscan vivir de una manera diferente con más
comprensión, más luz y más verdad.
Por qué nos empeñamos en querer a toda costa tener razón en todo, y
querer con comparaciones horribles, denigrantes y absurdas, criticar a
un ser que durante toda su vida se dedico a ayudar a su prójimo a
conocer la Verdad.
Por qué, supuestamente con el pretexto de ayudar, nos empeñamos en
confundir y engañar a personas afirmando cosas inciertas sobre la vida y
la obra de tal o cual ser como Samael Aun Weor y sobre los Gnósticos. O
acaso es malo querer que la humanidad se haga consciente del estado en
el cual se encuentra y de ayudar a su prójimo a vivir feliz.
O acaso es malo entregar una pedagogía para que comprendamos la
necesidad urgente de cambiar nuestra forma de pensar, de sentir y de
actuar. Acaso es malo preocuparse por ser buenos ciudadanos, buenos
esposos, buenos amigos, buenos hijos, buenos padres. Acaso es malo
preocuparse por la Naturaleza. Acaso es malo conocer los misterios que
nos envuelven. Acaso es malo conocer el origen del ser humano. Acaso es
malo enseñar y hacer comprender a los niños la necesidad de tener un
respeto hacia uno mismo y hacia los otros. Acaso es malo conocer los
misterios de las culturas que nos han precedido….
Y ahora nos creemos con la suficiente intrepidez de corregir el
esfuerzo y el sacrificio de estos Seres. ¿Que sabemos realmente de la
Verdad y de la Vida? Por qué escogemos solamente fragmento de las obras
del V.M. SAMAEL AUN WEOR a nuestro antojo y las utilizamos para atacar y
convencer la mente de las personas. Por qué no somos capaces de leer
pacientemente y con dedicación estas obras y de sacar conclusión
objetivas por nosotros mismos y así poder ayudar a los demás.
Por suerte todos aquellos que pudieron y pueden investigar con
inteligencia y ética el conocimiento Gnóstico, verán y experimentaran
por ellos mismo lo que aquí se afirma, verán con opinión objetiva que
detrás de todas estas críticas se esconde el ansia de confundir y de
hacer el mal.
¿Nos hemos preguntado por qué el mundo se encuentra en esta
situación? Porque cada uno de nosotros pensamos tener razón en todo y
con el derecho de criticar, insultar, obligar, destruir y conquistar sin
haber comprendido y sin haber tomado la pena de utilizar el buen
sentido común.
¿Por qué no podemos vivir en paz, en harmonía y de una forma
inteligente? Y hoy más que nunca, nos encontramos con la necesidad de
tener una vida con más plenitud. Echemos un vistazo al mundo, no hace
falta ser muy inteligente para ver lo que pasa alrededor nuestro.
Gracias a la Gnosis y a todos los súper esfuerzos que realizó un ser
como Samael Aun Weor, hoy os podemos afirmar que nuestra forma de
vivir y de ver la vida cambio para bien, que nuestro matrimonio a través
de este tiempo se enriqueció y se fortaleció, y que como miembro en la
sociedad nos hace transcender ciertos valores que el ser humano se
empeña en destruir como el respeto, la paciencia, la tolerancia, el amor
hacia uno mismo y hacia lo demás.
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